Lina Tur apareció el jueves en un lateral del primer piso de la Sala de Cámara del Delibes, trayéndonos la música fuera del espacio y el tiempo del arcángel de la primera de las Sonatas del Rosario de Biber, y ha concluido esta noche, sola en medio del escenario, con esa inmensa propina que es la Passacaglia “El ángel de la guarda”. Entre uno y otro ángel, acompañada por distintas combinaciones del grupo Musica Alchemica (tiorba, viola de gamba/contrabajo, y clave/órgano), ha interpretado las quince sonatas con tanta convicción como expresividad tras presentarlas una por una de forma asequible y muy simpática.
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