Pablo Ferrández. OSCyL, Thomas Dausgaard
11 y 12 de Marzo de 2022
Cuando Saint-Saëns escribió su primer Concierto para Violonchelo en 1872, todavía era un nombre controvertido en los círculos musicales conservadores franceses, que le tenían por un radical joven modernista y «profeta de Wagner». Sin embargo, era ya una figura consolidada desde hacía algún tiempo, y de hecho se había dado a conocer como un niño prodigio. Berlioz, más de 30 años mayor que él y su aliado en las guerras artísticas, dijo una vez de Saint-Saëns: «Lo sabe todo, pero le falta inexperiencia». Saint-Saëns viviría lo suficiente para enterrar a sus antagonistas y en sus últimos años, él mismo fue tenido por reaccionario en los círculos musicales parisinos, que por entonces eran testigos de los ballets de Stravinsky.